Epifanía: manifestación
La fiesta de Epifanía o de los santos Reyes tiene un profundo significado muy actual y necesario para nuestra vida eclesial. Es la manifestación de Cristo-luz para todas las naciones. Recordamos que el Mesías no ha venido a encerrarse mezquinamente en un pueblo, sino que abre su salvación y liberación a todos los pueblos. La estrella, más simbólica que real, nos hace evocar el ideal de Jesús que busca iluminar a todos los pueblos y naciones para reunirlos en una sola familia. Constantemente se ha afirmado que el mundo ahora ya no son naciones separadas, sino que es como una gran aldea donde todos participan de la misma suerte, de las mismas noticias y viven los mismos acontecimientos. Pero, si bien es cierto que los medios de comunicación y comercialización han reducido el mundo a una aldea, también es cierto que las fronteras se hacen cada vez más duras, las discriminaciones más absurdas y los individualismos más obstinados. La fiesta de la Epifanía nos lanza a abrir nuestros horizontes mucho más allá y creer posible un mundo donde todos vivamos como hermanos. Donde no haya un “tú” o “ustedes”, a quienes se miren como adversarios, sino un “nosotros” que nos una, compartiendo una misma suerte. Cristo viene a hacer posible esos nuevos lazos de hermandad entre todos los hombre
No hay comentarios:
Publicar un comentario