martes, 24 de noviembre de 2009

ADVIENTO EN FAMILIA

Hermanos: bienvenidos a este encuentro de fe en torno a Jesús ,iniciamos un nuevo Año Litúrgico y, con él un NUEVO ADVIENTO.
De la mano de Jeremías, de Pablo y del evangelista Lucas iniciamos este peregrinaje hacia el misterio de la Navidad
Adviento es un tiempo cargado de esperanza y de preparación para celebrar con gozo el nacimiento de Jesús. Es un tiempo de gracia y espera y esta es la invitación: “estad siempre despiertos, ESCUCHAD, orad” , el Señor está viniendo a nuestro encuentro, en cada persona, en cada acontecimiento Queremos prepararnos bien para recibirlo. Que María, el mejor modelo de adviento, nos sirva de ejemplo.
Comenzamos nuevamente este camino con la celebración de hoy.
ENCENDEMOS LA PRIMERA VELA DE LA CORONA
Señor, venimos ante ti con los ojos abiertos.
Queremos hablarte sabiendo que siempre nos escuchas.
Queremos pedirte tantas cosas...
Por el mundo, nuestras familias, por nosotros.
Vivimos en guerra, danos tu paz.
Vivimos a oscuras, danos tu luz.
Vivimos divididos, enfadados, danos tu amor.
Vivimos sordos, abre nuestros oídos a tus palabras de vida.
Te llamamos, Jesús, ¡Ven!.¡Te esperamos!.
ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
Ven, Señor, Jesús y abre las puertas de nuestra vida, inúndanos de tu vida,
llénanos de tu salvación,
transforma nuestras miserias.
El mundo y sus injusticias: Ven, Señor Jesús.
El mundo y sus violencias:
Ven, Señor Jesús.
El mundo y sus pasiones:
Ven, Señor Jesús.
El mundo y sus engaños:
Ven, Señor Jesús.
El mundo y sus sufrimientos:
Ven, Señor Jesús.
Ven, Señor Jesús,
salva al mundo de sus miedos
y cura sus heridas mortales.
La Iglesia y sus divisiones:
Ven, Señor Jesús.
La Iglesia y sus retrasos:
Ven, Señor Jesús.
La Iglesia y sus cansancios:
Ven, Señor Jesús.


Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.». La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."
En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
Las ramas de verde perenne recuerdan Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.
El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.
Recordamos la larga espera de la Humanidad que, cayendo en pecado, vivía en oscuridad. El Pueblo de Israel recibió de Dios la promesa y los profetas la mantenían viva en los corazones. Nosotros, por el bautismo, estamos llamados a ser profetas y anunciar el reino de Dios. Es así que nosotros, en Cristo, somos luz.
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ORACIÓN CON LA CORONA DE ADVIENTO
Primera Semana
Todos hacen la señal de la cruz.
(Las lecturas se pueden repartir de antemano entre la familia pero es significativo que la cabeza del hogar tome las lecturas principales):
Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Líder: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa.
Lectura del profeta Isaías 9:1-2
El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande.
Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos.
Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría.
Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,
como se regocijan repartiendo botín.
"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Líder: Rm. 13, 11-12. "Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está mas cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz"
Bendición de la corona
Líder: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.
Líder: "Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
La sabiduría que nos enseña y guía,
El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: "amen".
Se enciende la primera vela
Líder: "Bendigamos al Señor"
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Recordamos al virtud de la Fe.
La Anunciación
La Virgen María, como el pueblo judío, esperaba la venida del Salvador, rezaba, leía, meditaba y guardaba las Sagradas Escrituras en su corazón.
Nosotros nos preparamos para dar nuestro "Si" unidos a María en la Anunciación.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
Oración final: "Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén".

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